Los rescatistas quedaron impactados por el estado de este canino, que fácilmente podría haber sido utilizado como señuelo para perros.
Tenía grandes mordeduras por todo su cuerpo, rostro y patas, y su cara estaba tan destrozada que no podía abrir los ojos.
Se había infectado después de dejar la herida sin protección durante varias semanas. El pobre perro estaba encadenado y se le permitió morir.
Los salvadores lo llevaron a sus instalaciones, donde le colocaron un suero intravenoso y le administraron antibióticos durante meses. La niñeга fue llamada para ayudar las 24 horas del día.
Marco, el perro, resultó ser un luchador. A pesar del largo camino hacia la rehabilitación, ¡lo logró!
A pesar de todo, todavía ama, confía y busca el amor de las personas. Ahora vive en una familia amorosa con varios hermanos perros, con quienes disfruta jugando.
Sus días de peleas de perros quedaron atrás, y aunque las cicatrices permaneceráп, su historia no lo define.
Actualmente pasa sus días acurrucado en el sofá con su nueva familia o corriendo con los otros niños en su gran vecindario.