Cuando recientemente un voluntario en Pawssion Project en Filipinas recibió un mensaje sobre un perro ѕeпіoг que había estado viviendo en una jaula гᴜѕtу durante los últimos 15 años, el amante de los animales desconsolado supo de inmediato que tenía que ayudar. El voluntario se dirigió al lugar y comenzó a alimentar al perro, que luego fue llamado Bruno, tratando de hacerlo sentir amado.
Finalmente, un equipo de rescate en Pawssion Project coordinó la liberación de Bruno. El dulce y malentendido cachorro finalmente estaba en camino hacia una nueva vida.
En el veterinario, Bruno inicialmente respondió un poco con enojo hacia sus rescatadores, aún comprensiblemente marcado por su antigua situación de vida. Con el tiempo, Bruno se calmó. El chico desilusionado comenzaba a comprender que sus nuevos amigos estaban allí para ayudarlo.
Antes de salir del veterinario, una voluntaria de rescate colocó a Bruno en su regazo y lo envolvió entre sus brazos. Fue la primera vez que Bruno había sido abrazado.
“Lo abrazamos y vimos la primera sonrisa, una muy grande”, dijo Malou Perez, fundadora de Pawssion Project, a The Dodo. “Le dije, ‘Bruno, así es como se siente ser amado y querido’”.
Abrazando esta nueva calidez y seguridad, Bruno continuó sonriendo. El chico que antes reaccionaba agresivamente estaba aprendiendo a confiar.
Dirigiéndose al refugio, Bruno continuó maravillándose con el nuevo mundo que lo rodeaba. Pérez no pudo evitar sentirse emocionada al ver cómo Bruno salía de su caparazón.
“Estaba mirando por la ventana durante mucho tiempo, como si estuviera asombrado con todo lo que veía”, dijo Pérez. “Me detuve para darle un juguete, y eventualmente se quedó dormido… Estaba tan, pero tan emocionada en ese momento, pensando en cómo tuvo que soportar años y años de estar aislado y no sentirse amado”.
En su primer paseo, Bruno navegó cuidadosamente por un sendero boscoso. El cachorro que había sido mantenido en la oscuridad durante tanto tiempo finalmente sintió el sol en su rostro.
Estos días, Bruno disfruta de muchos paseos largos por el bosque, con una sonrisa aún en su rostro. El cachorro recién energizado ya tiene un hogar para siempre preparado, con un padre amoroso y cuatro hermanos perros ѕeпіoг esperándolo.
Perez está encantada de ver a Bruno prosperar. Está claro que nunca olvidará a este perro que superó tanto.
“Lo llevaré siempre cerca de mi corazón”, dijo Perez.