Los arqueólogos desenterraron una tumba que contenía restos de cocodrilos momificados, incluyendo esqueletos y cráneos, que datan de antes del 304 a.C. en Quṣṣāt al-Ḥawā, al sur de Egipto.
La necrópolis sirvió a nobles y sacerdotes de los Antiguos y Medios Reinos de Egipto, estuvo activa desde la Cuarta Dinastía hasta el Período Romano. Excavada por arqueólogos de la Universidad de Jaén, la tumba contenía cinco esqueletos parcialmente completos de cocodrilos momificados y cinco cráneos momificados de cocodrilo, ofreciendo perspectivas sobre la reverencia egipcia antigua hacia Sobek, el dios cocodrilo. Gobernación de Sohag, Asuán, Egipto.
Los cocodrilos estaban vinculados a rituales en honor a Sobek, asociados con cocodrilos del Nilo o cocodrilos del oeste de África, simbolizando el poder faraónico, la fertilidad y la destreza militar. El hallazgo es extraordinario, con más de 20 sitios de entierro descubiertos en todo Egipto.
Publicado en PLOS ONE, la excavación reveló cocodrilos que medían de 1.8 a 3.5 metros, principalmente cocodrilos del Nilo y del oeste de África. Los cocodrilos fueron enterrados primero en otro lugar, luego envueltos y trasladados a la tumba. Uno de los cocodrilos aún tenía gastrolitos, piedras que ayudan a la flotabilidad en el agua, lo que sugiere un proceso de momificación único.