El procesamiento de oro en Varna comenzó entre 4600 y 4200 a.C., mostrando una tecnología de procesamiento de minerales en evolución. Artesanos hábiles destacaron en la producción de objetos de cobre y oro, fomentando el comercio debido a la ubicación estratégica de Varna entre el Mar Negro y el Mediterráneo. Esta acumulación de riqueza llevó a una estructura social de metalúrgicos, comerciantes y agricultores, sentando las bases para una cultura poderosa que influenció a Europa durante milenios.
Antes de 1972, los artefactos de la Cultura de Varna se limitaban a herramientas, recipientes y figurillas fabricadas con piedra. El descubrimiento de la Necrópolis cambió nuestra comprensión de esta misteriosa civilización.