¡Descubre los tesoros dorados de un túmulo de 1,200 años: cinturones, pendientes y platos!
Pero el túmulo del jefe Colcé (750-800 d.C.), que tenía entre 30 y 40 años en el momento de su muerte, contenía algo más oscuro: los cuerpos de víctimas sacrificiales que estaban destinadas a acompañar a su señor al ‘más allá’.
Hasta 31 personas más fueron enterradas con el antiguo gobernante, aunque el número real sigue siendo desconocido, ya que la excavación del túmulo en el Parque Arqueológico El саño está en curso.
Los arqueólogos exhumaron cinturones hechos con cuentas de oro, pendientes de dientes de ballena engastados en oro y un conjunto de platos circulares de oro.
El sitio ofrecía más que solo tesoro: también se desenterraron los restos de hasta 31 víctimas sacrificiales.
Los arqueólogos hicieron el descubrimiento en el Parque Arqueológico El саño, hogar de una antigua necrópolis que fue utilizada desde el 700 hasta el 1000 d.C.
El poderoso señor fue enterrado en una postura que eга común en esta elaborada forma de sepultura.
Según un comunicado del Ministerio de Cultura de Panamá, el hombre de alto estatus fue enterrado boca abajo.
Y fue enterrado encima “del cuerpo de una mujer”.
Para los investigadores, la riqueza del descubrimiento no se encontraba en el botín de oro, sino en el estilo de entierro.
Los arqueólogos se refieren a entierros colectivos como este como entierros múltiples y simultáneos.
“Los llamamos así porque consisten en entierros de un número variable de personas (entre ocho y 32 personas)”, dijo la Dra. Julia Mayo, la persona que dirige la excavación, al Ministerio de Cultura de Panamá.
Estas personas fueron sacrificadas antes del entierro, para que pudieran acompañar a su señor al más allá.
El Sitio El саño, donde se descubrió la tumba, sirvió como necrópolis (una ciudad para los muertos) desde el 700 d.C. hasta el 1000 d.C., cuando fue abandonado por razones desconocidas. Una vez contenía monolitos, un cementerio y un espacio ceremonial.
La tumba fue construida alrededor del 750 d.C., y los excavadores también desenterraron artefactos de cerámica y joyas.
Encontraron cinco pectorales, cuatro brazaletes, dos pendientes en forma de figuras humanas (un hombre y una mujer), un pendiente en forma de cocodrilo doble, campanas, placas y un collar.
También había brazaletes y faldas hechas de dientes de perro, y un conjunto de flautas de hueso.
El Ministerio de Cultura elogió el hallazgo no solo por su “valor económico”, sino también por su “valor histórico incalculable”.