Durante siglos, la ciudad perdida de Atlantis ha eludido a los exploradores y es casi con certeza el material de mito. Sin embargo, de manera extraña, una antigua ciudad que es Atlantis en todo menos en nombre ha surgido del mar cerca de Alejandría, y ahora el mundo perdido de Heracleion está revelando sus tesoros.
Como en el relato clásico, Heracleion fue una vez un lugar rico y próspero, alrededor de 1500 años antes de ser tragado por el mar. Era lo suficientemente grandioso como para ser mencionado por el escritor griego Heródoto, el historiador del siglo V a.C.
Él contó la fabulosa historia de Helena de Troya, la mujer más hermosa del mundo, aquella cuya cara lanzó mil barcos, viajando a Heracleion, entonces un puerto de gran riqueza, con su amante troyano, París.
El arqueólogo marino francés Franck Goddio esclarece el texto en el sitio de Heracleion.
Frank Goddio y su equipo inspeccionan la estatua de un faraón, obteniendo información a partir de su examen.
Pero no fue hasta 2001 que apareció evidencia física de un asentamiento tan grandioso, cuando un grupo liderado por el arqueólogo marino francés Franck Goddio tropezó con algunos objetos que los condujeron a uno de los mayores hallazgos del siglo XXI.
Goddio estaba en busca de los barcos de guerra de Napoleón de la batalla del Nilo de 1798, cuando fue derrotado por Nelson en estas aguas, pero se encontró con este descubrimiento mucho más significativo. Desde entonces, el equipo de Goddio ha sido acompañado por el Centro de Arqueología Marítima de Oxford y el Departamento de Antigüedades de Egipto para producir una gran cantidad de hallazgos deslumbrantes.
Los arqueólogos se enfrentaron primero a la tarea colosal de volver a ensamblar fragmentos masivos de piedra en el lecho marino antes de poder izarlos a la superficie. Doce años después, sus fabulosos descubrimientos han sido expuestos a la vista pública por primera vez en más de un milenio, pasando bajo el lodo y las aguas de la bahía de Aboukir, a 20 millas al noreste de Alejandría.
Heracleion, una crucial ciudad portuaria del antiguo Egipto, ha captado la atención por su redescubrimiento y exploración arqueológica submarina. Sirviendo como puerta de entrada al Mediterráneo en la entrada del Delta del Nilo, tuvo importancia en la mitología griega y el culto de Hermes. Nombrada en honor a Heracles, funcionaba como un centro ceremonial y comercial, conectando el Mediterráneo y el Nilo.
Hallazgos clave en Heracleion incluyen estelas, pilares inscritos que ofrecen información sobre la vida religiosa y política de la antigua Grecia y Egipto. Estos artefactos, junto con estatuas y estructuras, fueron descubiertos en las ruinas sumergidas de la ciudad. El descubrimiento de una inscripción similar en la Piedra de Rosetta se asemeja a las estelas, revelando intercambios culturales entre las civilizaciones griega y egipcia.
El papel de Heracleion en el comercio y la cultura antiguos, su declive y sumersión en el mar cautivan a los historiadores. Las excavaciones submarinas revelan restos bien conservados, arrojando luz sobre la antigua economía marítima y las diversas culturas regionales.