Buda tuvo que esconderse detrás de unos contenedores de basura para evitar que los niños le lanzaran piedras.
Es muy importante destacar que este toro fue atacado mientras intentaba ser amable. Desafortunadamente, resultó herido.
Afortunadamente, la esperanza intervino en las patas en Los Ángeles, California, para ayudar.
Cuando los rescatistas intentaron acercarse al toro, él estaba horrorizado y confundido.
En el video, Buda quiere salir de su escondite, pero su miedo le impide hacerlo.
Está claro que el toro ha estado hambriento en las calles durante la mayor parte de su vida, pero no pudo resistir la tentación de las maravillosas hamburguesas que los rescatistas le ofrecieron.
Cuando finalmente lograron tranquilizar a Buda y hacerle entender que estaba a salvo, el perro gentilmente apoyó su cabeza en el conductor mientras se dirigían a la instalación de rescate, como símbolo de agradecimiento y confianza.
Muchas personas sienten que algunas razas de perros son “peligrosas”, sin embargo, Buda desafió esta creencia al elegir esconderse a pesar de poder defenderse. En todo momento, Buda mantuvo una actitud digna.
Hoy en día, Buda reside en un lugar permanente donde recibe todo el cariño que se merece.