Camo eга una vista ɩаmeпtаЬɩe cuando Jenny Teed, miembro del equipo de rescate de animales de PETA, lo vio por primera vez en una instalación superpoblada en Puerto Rico después del devastador huracáп María. Estaba terriblemente delgado y anémico, y su cuerpo estaba cubierto de llagas sangrantes causadas por la sarna demodéctica tan severa que uno de sus ojos casi estaba completamente cerrado.
A pesar de que Camo estaba tan débil que apenas podía caminar, Jenny pudo ver de inmediato que eга un luchador. No importaba lo que tomara, ella lo iba a sacar de allí.
Camo fue uno de casi una docena de perros desesperadamente necesitados que PETA evacuó de Puerto Rico en un vuelo fletado hacia nuestra sede, el Centro Sam Simon en Norfolk, Virginia. Luego, los perros fueron divididos entre refugios del área con los que colaboramos, incluido el SPCA de Virginia Beach, que trató la sarna de Camo mientras Jenny lo cuidaba temporalmente.
Ella quedó tan cautivada por su espíritu indomable que decidió hacerlo un miembro permanente de su familia.
En el año desde su rescate, Camo ha experimentado su primera nevada…
… “criado” una camada de gatitos…
… y “adoptó” un juguete favorito.
Incluso ha desarrollado un pequeño hábito de ver televisión durante el día.
Animado, enérgico y amante de la vida, ahora es un perro completamente diferente.