Los perros son criaturas extraordinarias, capaces de un amor y una lealtad inconmensurables hacia sus familias. La historia de Kermie, una perra de 11 años que luchó contra el cáncer, es un conmovedor ejemplo de este vínculo inquebrantable.
Kermie fue diagnosticada con cáncer apenas un mes después de que su dueño, Eric Ralston, partiera para un despliegue militar de ocho meses. Jennifer, la esposa de Eric, escribió en su página de YouTube que la familia no esperaba que Kermie pudiera ver el regreso de su “papá”.
Doce días antes del regreso programado de Eric, la familia recibió una noticia devastadora. “El despliegue se extendía indefinidamente”, escribió Jennifer. “Kermie no llegaría a Navidad”.
Sin embargo, Kermie demostró una fuerza y una resistencia increíbles. Como si se aferrara a la esperanza del reencuentro, logró mantenerse con vida hasta el regreso de Eric. Su vuelta a casa fue como “una especie de píldora mágica” para Kermie.
u alegría fue tan intensa que volvió a comer y beber, y llegó a celebrar su 12º cumpleaños en enero. Lamentablemente, el tᴜmoг finalmente acabó con su vida a finales de febrero de 2013. Pero Kermie pudo pasar sus últimos días junto al hombre que tanto amaba.
El reencuentro de Eric Ralston con su querida Kermie fue un momento mágico, capturado en un video por su familia. La alegría de Kermie al verlo de nuevo es conmovedora. A continuación, puedes ver este emotivo encuentro.
La historia de Kermie nos recuerda la profundidad del amor que los perros pueden sentir por sus familias. Su lealtad y su capacidad de aferrarse a la esperanza incluso en las circunstancias más difíciles son una fuente de inspiración para todos nosotros.