A principios de abril, el Refugio de Animales del Condado de Washington recibió una llamada: un perro callejero llamado Blue había aparecido en la casa de un desconocido buscando un lugar seguro para descansar. Un oficial de control de animales se apresuró a recoger al perro mestizo de pitbull y llevarlo de vuelta al refugio.
Nadie sabía cuánto tiempo Blue había estado en las calles, pero el cachorro sin hogar parecía amar a todos los humanos con los que se encontraba.
“Él eга un perro afortunado y feliz”, dijo Tammy Davis, la directora ejecutiva del refugio, a The Dodo. “Al principio eга un poco tímido y no le gustaba mucho tener otros perros cerca, pero eга extremadamente cariñoso con las personas y muy amoroso con el personal”.
Debido a la pandemia de сoⱱіd-19, el refugio tuvo que cerrar sus puertas al público y hacer visitas solo con cita previa. Con menos gente entrando, Blue esperó en su jaula durante meses, lo cual resultó ser una bendición disfrazada.
Para presentar a Blue a posibles adoptantes, el refugio publicó un video de Blue jugando con su juguete favorito en su página de Facebook. Momentos después, un comentario en el video decía: “Ese es mi perro”.
Blue se había perdido de su hogar en Tennessee seis meses antes. Su padre lo buscó incansablemente, pero eventualmente tuvo que mudarse a Texas por trabajo. Pensó que nunca volvería a ver a su perro hasta que su amigo le envió el video de Blue en Facebook.
Lo único que quedaba por hacer eга confirmar si el hombre que decía ser el dueño de Blue decía la verdad: “El juguete favorito de Blue en el refugio eга una pelota chirriante azul y en nuestro video, estaba jugando con esa pelota”, dijo Davis. “Una vez que comenzamos la conversación con el dueño, él dijo: ‘Sí, tengo fotos de mi perro’. Nos envió fotos de Blue en su hogar con esa misma pelota azul, que eга su juguete favorito en casa. Fue increíble”.
El padre de Blue condujo 1.200 millas para recuperar a su chico, y el reencuentro fue todo lo que podrían haber esperado.
“eга muy obvio que el perro tenía un vínculo con esa persona”, dijo Davis. “Blue se sorprendió por un segundo, como pensando: ‘¿Estoy creyendo mis ojos?’ Y luego fue inmediato: besos y el hombre llorando, fue genial”.
Ahora, Blue está de vuelta con su papá y los dos estáп comenzando una nueva vida juntos en Texas llena de amor, abrazos y pelotas chirriantes.
“Desearíamos que todos los animales pudieran tener un final feliz como ese”, dijo Davis. “Hace que todo nuestro arduo trabajo valga la pena poder tener momentos como este”.